jueves, 26 de abril de 2012

Semifinales de Champions.


(Messi, después de la eliminación)

Ya se fueron los candidatos y favoritos a jugar la final que todos soñamos. En su lugar quedaron el Chelsea y el Bayern Múnich. Quienes tendrán que encargarse de convencer al planeta que ese, será mejor partido que un Barcelona-Real Madrid.

El Chelsea eliminó el pasado martes 24 al Barcelona en Cataluña, pero esa eliminación empezó en Londres. Di Matteo, técnico del equipo inglés, sabía que para eliminar al Barcelona había que renunciar a jugar. Ya que por ahora esa o ha sido la única forma de dejar atrás a los blaugranas.

En Londres, el local planteó un juego defensivo muy sólido y le regalo la pelota al rival, atacando de contra para buscar el gol que les de una ventaja y los deje tranquilos cuando les toque ir al Camp Nou. Táctica que les favoreció pues ganaron por la mínima pero frente a un Barza desgastado físicamente, sin muchas opciones de recambio en el ataque, y esto se reflejó en las estadísticas; pues el Barcelona remato 24 veces al pórtico de Cech, y ninguna entró. El Chelsea tuvo la suerte de su lado, pues eso demostró que igual pudo haber perdido y haberse impuesto el juego del equipo de Pep Guardiola.

En la vuelta con un gol a favor el Chelsea se debió preocupar en solo defenderse y tratar de aprovechar las pocas que tuvo, así fue y el partido quedó 2 a 2; con un Barcelona seco y sin ideas en ataque, aburriéndose tratando de meterse al área, custodiada por 10 rivales.

En la eliminación del Barcelona mucho tuvo que ver el desgaste que han sufrido y las ausencias importantes en el equipo culé. Aun así pudo haber pasado. Sin embargo, algo que entendió bien Di Matteo es que en una competencia donde se juega de ida y vuelta, de local más allá de tener anotar es no dejar que te anoten, y eso le valió mucho.

Este tipo de planteamientos –que llegan a aburrir- se pueden dar en estas competencias porque la lucha ya no es por tres puntos sino por pasar de ronda. En liga ningún equipo usaría esa táctica, pues ahí, si se necesita ganar.

(Ramos lamentándose haber fallado el penal)

Por otro lado el Bayern Múnich, que será local en el partido más importante, tiene y tuvo las armas para enfrentar al Madrid de igual a igual y eso fue lo que hizo. El Real Madrid le servía el gol de visita en la ida (2-1); siempre y cuando de local jugará realmente para ganar y eliminar al rival. El Real Madrid empezó bien el juego, incluso se adelanto 2 a 0, pero en defensa sabemos que siempre corren riesgos y sus jugadores en estas posiciones son algo torpes. Ya con el descuento del Bayern, al equipo de Mourinho le entró el miedo, y quiso no arriesgarse atrás y empezó a defenderse; con lo que creció el Bayern, quien pudo haberlo empatado.

El Madrid pudo haberlo ganado pero antes que por el Bayern, fue vencido por su temor y esto no lo dejó avanzar. Además no tenía a cualquier rival en frente. En prorroga, el Madrid empezó a jugar como debió hacerlos en el segundo tiempo, pero no le dio el tiempo y en penales ganó el que estaba mejor.

El Bayern se le veía más fuerte físicamente después de los 120 minutos, mientras que al Madrid la desesperación le jugó una mala pasada y eso se vio reflejado en la tanda de penales.

Ahora el Bayern es finalista, jugará en su casa, ante su gente y es amplio favorito. El Chelsea tiene también armas pero más consolidado se le ve al conjunto alemán. Ambos llegan con jugadores resignados por tarjetas amarillas. Esta será una final muy peleada y espero que al final se no se haga extrañar un Barcelona-Madrid.

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