jueves, 26 de abril de 2012

¿Final insípida?


El sábado 19 de mayo se realizará la final de la Liga de Campeones temporada 2011/2012 en las instalaciones del moderno estadio Allianz Arena, ubicado en el barrio de Fröttmaning al norte Múnich, Alemania. En ella se iniciará el duelo entre el anfitrión Bayern Múnich y el visitante Chelsea FC londinense.  Ambos llegan con ausencias de jugadores. 

Tras las sufridas clasificaciones de ambas escuadras a la gran final de la ex Copa de Europa, se ha generado un impacto de interrogante en los más importantes medios de comunicación del mundo y claro, del aficionado de a pie ¿Llegan los mejores equipos de Europa a la final de la Champions?   

Está ecuación toma aún más valides si los estrategas Jupp Heynckes, Bayern, y Roberto Di Matteo, Chelsea, se ven inmersos en la impotencia al no poder contar con el total de sus plantillas.

El primero tendrá que olvidarse de: Bastuber (central), Alaba (lateral izquierdo) y Luiz Gustavo (volante mixto). Mientras que el segundo hará lo propio con: Rámirez (volante de contención), Terry (central – capitán), Ivanovíc, (lateral derecho) y Meireles (volante de contención).

El Chelsea tuvo que plantear como estrategia de juego, una férrea defensa para impedir las arremetidas del batallón catalán conducidos por los mercenarios Messi, Iniesta, Xavi y un tal Sánchez en el Camp Nou. Así los `blues´ se cobraron la revancha del 2009.

En tanto, el Bayern, en su visita al Bernabéu, propuso un orden táctico al Real Madrid y en tanda de penales demostró su hegemonía ante el cuadro español. La “Bestia Negra” revivió de sus cenizas: Sean enfrentado 18 veces, 10 victorias, 2 empates y 6 derrotas a favor de los bávaros.

Si apelamos a la historia deportiva de ambos clubes, los alemanes tiene una ventaja holgada: 4 títulos de Champions, 1 Europa League, 2 Intercontinentales, 1 Recopa de Europa y el aval de 22 campeonatos de Bundesliga.Por otro lado, el Chelsea tiene 4 títulos ingleses, 2 Recopas de Europa y 1 Super Copa de Europa.

Finalmente, ninguno de los dos equipos están peleando el trofeo en sus ligas de origen. Sin embargo, como el fútbol no tiene lógica y las estadísticas sólo sirven antes de un partido, nos queda decir que una final, es otra historia aparte. 



La peor noche de Leo




  • Messi falló el tercer penalti de la campaña, que hubiese dado el pase momentáneo al Barça.


  • Sin Champions y casi sin Liga, prácticamente se despide de otro Balón de Oro.



Por GEMMA HERRERO 
Diario Marca - España
Marcó Fernando Torres con el tiempo ya cumplido y mientras corría como un loco por el área y el banquillo del Chelsea estallaba de júbilo Leo Messi se quedó clavado, espalda gacha, las manos sobre las rodillas, mirando al césped. Así siguió el argentino durante un buen rato, hasta que se reanudó el juego. ¿Cuántas veces debió pasarse por la cabeza el penalti que había fallado? ¿Cuántas más se le pasarán? La mala suerte a menudo se ceba con quien menos se lo merece. Y Messi, que lleva una temporada primorosa batiendo récords, lo comprobó anoche.
Ocurrió en el minuto 47’. Drogba tiró a Cesc dentro del área y Messi no lo dudó ni un instante, se fue directo hacia la pelota... Y lo lanzó Messi al travesaño. De los 13 penaltis que ha tirado esta temporada, el delantero cometió ayer su tercer fallo después del que le paró Javi Varas en el encuentro de Liga ante el Sevilla en el Camp Nou y el de Diego Alves frente al Valencia en Copa.
El Chelsea desde luego es gafe para Messi, ya que ayer sumó su octavo partido sin conseguir marcar ante el conjunto inglés. Los siete anteriores se habían saldado con dos derrotas, cuatro empates y sólo una victoria. Messi, por cierto, acostumbra a saldar cuentas. Y sólo tiene 24 años.
Que el Barça dependía de Messi lo sabía todo el mundo. ¿Cómo no depender de un jugador que lleva nada menos que 63 goles esta temporada? Lo malo es que el delantero ha dejado de ver puerta justo en el peor momento. Con el de ayer suma tres partidos consecutivos sin marcar, algo que no le sucedía desde el pasado mes de enero y ahora los partidos eran mucho más trascendentes. La eliminatoria frente al Chelsea y el Clásico. Justo cuando la temporada estaba en juego, Leo se quedó tieso. Además, en un año en el que no hay Mundial, Messi podría haber dicho prácticamente adiós a un nuevo Balón de Oro, ya que no habrá ganado ningún título en el 2012, aunque aún puede llevarse la Copa del Rey.
A la vez, Cristiano tiene abiertos casi todos los frentes para el trofeo: Liga, Champions y Eurocopa, una competición que suele sumar de forma definitiva para conquistar el dorado galardón.
Messi sumó su octavo partido sin conseguir marcar ante el Chelsea
El engranaje de la épica pareció ponerse en marcha desde el principio con Sergio Busquets Por su posición y su función sobre el terreno de juego lo suyo no es hacer goles, pero ayer se estrenó en el momento ideal. No había otro mejor. Busquets aprovechó un pase de Cuenca para marcar su primer gol de la temporada y provocar el delirio. Hacía tres años que el catalán no marcaba en Champions. El último fue el 9 de diciembre de 2008 ante el Shakthar. El último tanto que había conseguido fue en septiembre de 2010, ante el Athletic de Bilbao.
Y si especial fue el primer tanto de ayer ante el Chelsea, el segundo fue de Iniesta y en uno de esos momentos claves a los que el manchego parece abonado. Era el minuto 43’, el árbitro acababa de expulsar a Terry por agresión a Alexis y el conjunto inglés estaba tocado. Ideal para que Iniesta apareciera. Imposible no acordarse del tanto que consiguió en el tiempo de descuento en el 2009 en Stamford Bridge.
El sopapo llegó cuando dos minutos después, y en la única ocasión del Chelsea en la primera parte, Ramires logró batir a Valdés después de una preciosa vaselina. El mal cuerpo para los barcelonistas continuó nada más empezar la segunda parte.
Y así fueron pasando los minutos, entre el tembleque general en las gradas con el fantasma de la semifinal ante el Inter bien presente y con una ocasión tras otra del conjunto de Guardiola, que no llegó a sentarse en el banquillo en la segunda parte. Pese al asedio no hubo manera y ya a la desesperada, Torres certificó la torta para el conjunto azulgrana, que en cuatro días ha perdido Liga y Champions.
Sin final soñada



Las opiniones son dividas. No hay que negar, que si ya no se tenía al ‘Barza’ en la final, por lo menos los medios querían al Madrid en ella. Pese a todas las ganas,  eso no ocurrió. Medios de comunicación no españoles, optaron por destacar la victoria del Bayern. Sin embargo, existe un sector muy grande donde la noticia se levantó por la eliminación del Real Madrid. Desde titulares como ¡Fuera!,  El final más cruel, La décima decepción, entre otros fueron los que acapararon los diarios en el mundo.

Sin duda, para la prensa fue un golpe muy duro no tener el derbi español en la final. En cuestiones de marketing y ventas un partido así en  una final de Champions, literalmente iba a paralizar el mundo.  Otra cosa que cabe resaltar, son las eternas comparaciones entre Messi - Cristiano Ronaldo y Guardiola - Mourinho. Todavía la resaca de dos eliminaciones quedará algunos días. Análisis, estadísticas y crónicas de lo que pudo ser una final soñada seguirán por un buen rato en el tintero. 



Se quedaron con las ganas


El derbi español en una final de Champions tendrá que esperar. Tanto el Barcelona como el Real Madrid quedaron eliminados y tendrán que luchar una temporada más para intentar  levantar el trofeo más deseado en Europa.

El fútbol no tiene lógica. Cuando se conocieron las llaves de semifinales de la Champions League, todo apuntaba a la final soñada entre el  Barcelona y Real Madrid. Era el negocio perfecto para todos, desde los dirigentes de UEFA, periodistas e hinchas del fútbol.

Sin embargo, desde los  partidos de ida se notó que ese cometido no sería fácil. Tanto el Chelsea como el Bayern hicieron respetar su localía y derrotaron con lo justo a los dos monstruos del mundo de la pelota. Para los partidos de vuelta se avizoraron sendas goleadas de ambos equipos españoles. Las casas de apuestas pagaban casi el triple por el batacazo de las escuadras que no eran favoritas.

Y como el fútbol es tan hermoso, se dio la ilógica. En  primera instancia, un equipo inglés, que con una estrategia poco vistosa pero efectiva, obtuvo los pasajes hacia Munich. Las críticas llovieron, como cual meteoritos cayeran sobre la tierra. El mundo futbolero no imaginó  nunca a este ‘Barza’ fuera de un nueva final de Champions.

Messi fue puesto en el ojo de la tormenta. Dejó de ser un extraterrestre, para convertirse en un futbolista como cualquier otro. Fallarse el penal y no aparecer en un encuentro clave  no se lo perdonaron. No obstante, el Barcelona se puede jactar que siempre fue fiel estilo a su juego. Qué este torneo tan importante lo jugó con un 80% de canteranos y qué pase lo que pase no dejará de ser uno de los equipos más importantes del planeta.


Por otro lado, en la vereda de enfrente el Real Madrid llegó con casi los mismos argumentos y aún más de ser finalista. El envión anímico con el que llegaba era distinto. Desde Mourinho hasta el último hincha del Madrid se imaginaron levantando la ‘Orejona’ antes de tiempo. De igual forma, la ilusión creció en desmedida cuando apenas a los 6’ Cristiano Ronaldo marcaba de penal el primero del partido.

La locura desatada por la ventaja que ponía CR7, hizo presa de las redes sociales a Messi con una ‘hashtag’ #AprendeMessi. Todos se olvidaron, que el Madrid tenía como rival al Bayern Munich, equipo alemán. Que con inteligencia y a pesar de estar abajo en el marcador, nunca renunció al ataque, siempre tuvo al cuadro blanco con el cuchillo entre los dientes.

Se dio lo inesperado. Se llegó a los tiros penales - mal llamados-  ruleta de la suerte. La tensión se apoderó de Madrid y el parte del mundo. La frialdad de los teutones se vio reflejada al momento de estar frente a Casillas. A Cristiano Ronaldo esta vez le tocó fallar. Estar por encima de Messi le duró veinticuatro horas. Ambos se colocaban al mismo nivel otra vez.

La efectividad del Bayern hoy les permite jugar la final en su estadio.  Aquí no hubo suerte, ni nada de eso. Los alemanes, como los ingleses son justos finalistas, porque apelaron a su juego. Eso permitió dejarlos tan cerca la de la ansiada Liga de Campeones.

Los de Alemania van por su quinta ‘Orejona’. Mientras que el Chelsea esta vez si quiere levantarla por primera vez. Es una final, donde cualquier cosa puede pasar. Para este caso no hay favoritos porque simplemente el fútbol no tiene lógica. 

Crónica El País de España : Bayern Munich - Real Madrid


El Madrid no intimida al Bayern



El portal El País.com expresó la superioridad del Bayern Munich en la llave de semifinales, que sigue siendo la bestia negra del Real Madrid. Pone énfasis en el drama madrilista y la poca clase que este equipo mostró en el momento decisivo de la temporada.

Recalca lo que sucedió en el encuentro (goles, tarjetas, mejores jugadas y la angustiosa tanda de penales). 
Asimismo, pronuncian la frustrada final entre equipos españoles ,y redactan la pequeña ventaja que saca el Bayern Munich ante el Chelsea al jugar de local en Munich. 

Tras un himno a la Copa de Europa, después de un partido de intrigas entre dos colosos que forman parte de la reserva del fútbol mundial, el Bayer Múnich alcanzó su novena final, la más suya, la que jugará en su propio estadio el próximo 19 de mayo ante el Chelsea. Lo hizo a costa de un Madrid que se sublevó hasta el final, exigido al límite y superado en muchas fases por su adversario. Pero aguantó el Madrid, no con un juego cautivador, ni mucho menos, pero sí con un esfuerzo sobrecogedor, con el Bernabéu como gran depósito sentimental. Sonados por la batalla, ambos fueron forzados a una tanda de penaltis. Dos equipos que nada tenían que reprocharse tras su emotivo brindis al fútbol, retados ante esa agónica ruleta. CR, como tantos héroes en esa suerte, de Zico a Platini o Messi, falló tras 27 penaltis seguidos marcados. También erraron Kaká y Ramos. Solo acertó Alonso y dos paradas de Casillas no bastaron. La décima, aplazada.

Fue un partido con colmillo de principio a fin, eterno, emotivo, crudo. No es que fuera una oda al fútbol de etiqueta, pero sí un pulso pasional, de esos en los que la trama es continua y el espectador no se desengancha. A ello contribuyó el Bayern, el Bayern de toda la vida, el que no se intimida jamás, por algo el Madrid solo le ha ganado seis partidos de 20 disputados. Bien lo saben muchas generaciones del Madrid. No es el Bayern un equipo que se espante a la primera. Por algo, como el Madrid, forma parte de la nomenclatura del fútbol. Con la hinchada en combustión, con el Chamartín totémico de las grandes noches europeas, el equipo local congestionó de salida a su adversario, encapsulado cerca de su portero, el perímetro que peor domina por la poca aptitud de sus defensas. Con el Bayern tiritando en el claustro de Neuer, Alonso advirtió que su rival bloqueaba la orilla de Cristiano y Marcelo, pero no tenía interruptor para Di María. El guipuzcoano, que tiene un periscopio privilegiado, ejecutó dos cambios de juego excepcionales. Di María desbordó a Alaba en el primero y Khedira llegó al remate, pero se interpuso el meta germano. A la segunda, otra vez Alonso comunicó en el horizonte con el extremo argentino, cuyo centro rebotó en la mano de Alaba. Ni se inmutó CR, que anotó el evidente penalti con la seguridad que le faltó en la tanda, en el momento cumbre.
Desatado el Madrid, no es el Bayern, con tantas cicatrices, uno de esos conjuntos que se sienta desvalido. Robben falló ante Casillas, con la portería de par en par, un gol increíble. Al instante estuvo a punto de embocar Ribéry, pero Khedira, al tajo en las dos áreas, se cruzó a tiempo. Fueron los primeros síntomas de que el cuadro muniqués estaba dispuesto al combate, al cara a cara. Pero de nuevo se interpuso Khedira, hiperactivo, ubicuo, que barrió la pelota en campo alemán, y dio una puntada con Özil, que por la mirilla citó a Cristiano con el meta Neuer. Un 2-0 en un cuarto de hora, Ronaldo enchufado y la afición extasiada por elespíritu Juanito.
Todo estaba a favor del Madrid, pero el equipo metabolizó mal su ventaja, la que quiso proteger demasiado pronto. El equipo dio un paso atrás, se hizo largo, con los delanteros descolgados. Un órdago a la contra, sin tránsito por el medio, como le gusta a Mourinho, confiado en su pegada en ataque y defensa. El contragolpe es una vía que el Madrid explota como pocos, por lo que a la mínima es proclive a ella. Hay ocasiones en que recula demasiado hacia Casillas, se desabrocha en el medio e incomunica a sus delanteros. Pero el Bayern no es un equipo cualquiera y al hilo de gente como Kroos tomó el mando en el eje. Se marchitó poco a poco el Madrid y del protagonismo de Cristiano se pasó al de Casillas, al que Mario Gómez puso en serias dificultades. El Bayern se adueñó del partido a partir de colonizar el medio campo, donde Özil y Di María no siempre socorrían a Alonso y Khedira, a su vez obligados por el empuje rival a incrustarse a menudo entre sus centrales. Al mando el grupo de Heynckes, Kroos percutió por el costado derecho. Gómez llegó por el pasillo central, emparedado entre Pepe y Ramos. El brasileño le atropelló. Robben acertó en el penalti, un lanzamiento con suspense porque a Casillas le faltó una uña para evitar el tanto. La premura del Madrid por guardar el botín, por contemporizar, le hizo perder el control, que con la eliminatoria igualada se vio convaleciente ante un contrario valiente y decidido, por más que sus zagueros no sean precisamente una celebridad, ni para dar carrete al juego ni para defender. El Bayern les dio la espalda; el Madrid no les retó lo suficiente. Con Casillas en plan Casillas en un remate de Gómez y una falta lanzada por Robben, el grupo de Mourinho agradeció la pausa.

Crónica y análisis de la prensa española


Marca luego de la eliminación del Madrid

Muchos diarios deportivos españoles señalan el fracaso de la eliminación de sus dos representantes. Para el Barcelona, comentaron sobre el fracaso en tres partidos, dos derrotas y un empate, la eliminación de la Liga de Campeones y la pérdida de la Liga BBVA. Sin duda, dos títulos que el Barza contaba en su vitrina la temporada pasada. Para el Madrid, que está cerca de alzarse con la Liga BBVA tras ganarle al Barcelona y quedar a 7 pts, enfatizaron los errores de los escogidos para concretar los penales, tres fallados de cuatro. Otros direccionaron la eliminación del Madrid hacia lo que pudo ser la décima corona. Sport, de España, comentó: “Se quedan sin la décima”.

ESPN: Bayern sacó a Real Madrid en la definición por penales y definirá la Champions
MADRID (EFE) -- El Bayern Munich se llevó en la definición por penaltis el sueño de la 'Décima' Copa de Europa del madridismo, tras un duelo épico convertido en clásico europeo en el que el conjunto alemán demostró por qué es la Bestia Negra de un Real Madrid, que tras ganar 2-1 con doblete de Cristiano Ronaldo, acabó llorando por el fallo en los penales del portugués, Kaká y Ramos.
Era la primera vez en la historia del estadio Santiago Bernabéu que un partido de la Champions acababa en tanda de penales. El madridismo agarrado a la figura de su santo, San Casillas, y desolado cuando las dos atajadas de su capitán, que igualaban la definición, acabaron en nada con el disparo a las nubes de Sergio Ramos.
El Bernabéu se transformó en ese estadio de las noches mágicas europeas en uno de esos partidos que marcan la carrera de un futbolista. La imagen de un referente, Juanito, en un fondo. La casta. El ejemplo a seguir en una semifinal con sabor a final. En un duelo rebosante de fútbol en el que el Bayern cumplió su sueño: jugar la final en su estadio, el Allianz Arena.
Degustando la euforia de asestar un golpe definitivo a la Liga en el Camp Nou, saltó el Real Madrid al campo. Empujado por un ambiente que invitaba al miedo escénico. Su salida en tromba se encontraba con una primera ocasión de Khedira, tras la internada de Di María que detuvo un nervioso Neuer.
Mientras Arbeloa dejaba su tarjeta de visita a Ribery, consciente de que gran parte de la eliminatoria estaría en su marcaje y el de Marcelo, la única novedad de Mourinho, sobre Arjen Robben. La dureza inicial fue compartida. El Bayern intentaba frenar la avalancha con faltas tácticas. Lo que menos esperaba ocurrió. Un disparo de Di María lo rechazó Alaba con la mano desde el suelo. Penal.
Era el momento de Cristiano Ronaldo. Siempre confiado en sus cualidades y con la moral por las nubes tras ganar el pulso a Leo Messi. Después de ver la cara más desdibujada en la eliminación europea del Barcelona, quería la final de Múnich y acercarse al Balón de Oro. Engañó a Neuer con el cuerpo. Gol.
El premio en la mano en un abrir y cerrar de ojos. Seis minutos y la grada explotaba coreando el nombre del futbolista que guía el rumbo a la Décima. Pero al Bayern le sobró personalidad. Supo levantarse. Tiene un equipo compacto que se convierte en altamente peligroso cuando el fútbol pasa por sus extremos y cuando Mario Gómez entra en contacto con el balón. Él solo fijó a Pepe y Sergio Ramos. Inquietó en todos sus movimientos.
El sistema de ayudas del Real Madrid comenzó a fallar. Con Arbeloa y Marcelo centrados en Ribery y Robben, la entrada de jugadores de segunda línea no tuvo marcaje. Lo mostró Alaba, que entró con libertad por banda izquierda, para servir en bandeja el gol a Robben. Con todo a favor colocó mal el cuerpo y perdonó un gol cantado. Poco después Mario Gómez enganchaba su primer latigazo que sacó Iker como pudo y Khedira fue providencial rebañando el esférico cuando Ribery se disponía a marcar a puerta vacía.
El castigo no pudo ser más duro para el conjunto alemán. A la siguiente acción el Real Madrid explotaba su pegada. Una transición rápida. La visión de fútbol privilegiada de Mesut Özil y el remate ajustado al palo de Cristiano. Efectividad pura para destrozar definitivamente la leyenda de que el portugués no aparece en las citas importantes.
Dos goles de ventaja y el ambiente a su favor. El Real Madrid aceleraba rumbo a Múnich hasta que cometió los mismos errores que en el Allianz Arena. Reculó metros inconscientemente. Buscó el contragolpe y renunció a la posesión. Su fútbol se redujo a una carrera a lo loco de Di María. Sin que el balón pasase por Xabi Alonso, perdido un día más. Se adueñó de él el Bayern.
Los madridistas se desgastaron corriendo tras la pelota. Con 10 jugadores que han disputado la eliminatoria entera y el partido intenso del Camp Nou. El físico a examen ante lo que comenzó a ser una exhibición alemana. Luiz Gustavo enganchaba un testarazo que sacaba de nuevo Khedira, Mario un disparo pegado al palo y el dominio acabó consiguiendo un penal.
Pepe derribó con claridad a Mario Gómez, que le ganó la posición a los centrales. Robben no fallaba en su vuelta a la que fue su casa. Ajustado al palo. Con Casillas adivinando la intención y rozando el balón con su guante derecho. La eliminatoria estaba igualada. El Real Madrid había desaparecido del campo. Nervioso y sin pausa.
Sólo una acción aislada con la brillantez en la que se ha instalado Benzema pudo dar el tercero al equipo de Mourinho. Escorado dibujó un disparo con rosca que rozó la escuadra. Era un espejismo. El Bayern se jugaba todo a una carta. Su equipo descansó en una Bundesliga ya perdida. Con más físico. Kroos encontraba agujeros en la zaga blanca, su pase al espacio lo chutó sin fe Mario Gómez con todo a su favor. Llegó el descanso que pedía a gritos el Real Madrid con una falta de Robben al palo de Iker, que sacó bien.
Debía reaccionar Mourinho pero tardó en reforzar la batalla perdida en el centro del campo. Salió con lo mismo y nada cambió. El balón del Bayern. El Real Madrid encerrado. Tan en el alambre que su afición reaccionó y animó para empujarle. Mario Gómez rozaba el poste con un nuevo testarazo. Y Benzema era el que tiraba metros hacia delante de nuevo, con un desmarque bueno y disparo cruzado que sacó Neuer.
El duelo estaba en el momento en el que sale la casta, cuando los futbolistas se disfrazan de héroes y quieren protagonismo. Cristiano debía aparecer y su falta fue a manos de Neuer. Robben se excedía del mismo en vez de ser generoso. Egoísta por naturaleza se la jugó ante Casillas, que le sacó el mano a mano con rapidez, como en la final del Mundial, en vez de asistir a Mario Gómez, solo.
Cuando el Bayern rebajó la intensidad Mourinho recurrió a Kaká. Fresco tras no jugar en Múnich ni en el Camp Nou. Su pasado exitoso en la competición más prestigiosa a nivel de clubes en quince minutos que liderar. Se desesperó en una contra en la que Benzema no le vio solo en el pase atrás. Y desapareció.
En la máxima tensión, cuando un error te deja fuera y un acierto te conduce a la gloria, Mario Gómez tuvo en sus pies la eliminatoria. Por una vez pasó Robben, y el gigantón controló en vez de chutar y cuando lo hizo salvaron lanzándose a por todo Ramos y Xabi Alonso. Llegaba la prórroga.
Las fuerzas justas en todos. El Real Madrid tirando de casta en un ejercicio de fe. Hasta el insaciable Cristiano estaba en reserva. No acertó a rematar una subida de Pepe. Disparó fuera otra en el inicio de una prórroga en la que el equipo español era ligeramente superior. Pero las piernas pesaban y Mourinho apeló al 'espíritu Higuaín'. De nada sirvió. No hubo ocasiones y el partido finalizó con el Bernabéu coreando el nombre de Iker. En manos del portero que tanto ha dado.
Ocurrió lo inesperado. Falló Cristiano, el futbolista que había marcado todos sus lanzamientos de penalti esta temporada. Falló Kaká, más fuera que dentro del Real Madrid. Casillas levantó a su equipo con sus paradas a Kroos y Lahm. Cuando todo se igualaba Ramos apostó por la potencia y Schweinsteiger puso la guinda. El Real Madrid de Mourinho vuelve a quedarse a puertas de la final tras recuperar el prestigio perdido en Europa. El Bayern puede ser el primer equipo de la historia que gana la Liga de Campeones en su estadio. El Chelsea le espera. El fútbol español, gran favorito, se quedó en la nada.
http://espndeportes.espn.go.com/futbol/cronica?id=340833

El Bayern supera al Real Madrid en los penaltis y jugará la final


Por: Celes Piedrabuena 25/04/2012
Pese al ambiente de gala que se respiraba horas antes en la capital de España -los jugadores fueron recibidos como héroes, como si ya hubieran ganado un título- ante la trascendencia del choque, y pese a que el Santiago Bernabéu se había vestido de gala, como en las mejores ocasiones, el equipo blanco se ha quedado a las puertas de la final de la Champions. Mourinho se queda sin su tercera Champions, tras las conseguidas el Oporto y el Inter de Milan, y el Real Madrid sin la décima, cuando todos los madridistas ya se veían en Múnich celebrándola, pero ésta tendrá que esperar, por lo menos una temporada más.

Lleno absoluto en el Bernabéu para acompañar a su equipo en el camino hacia Múnich. De inicio los hombres de Mourinho han salido como un tiro, sin contemplaciones y a por la victoria y prueba de ello ha sido el primer gol del Madrid, que ha llegado en el minuto 4', justo dos minutos después de una buena llegada de Khedira. Y en éstas que Marcelo cambia de lado, Di María golpea y el balón pega en la mano de Alaba. La mano parecía involuntaria, pero cortaba la trayectoria del balón y el colegiado, el húngaro Viktor Kassai, señalaba la pena máxima. Cristiano no fallaba y anotaba su noveno gol en diez partidos.

Todo se ponía de cara para el conjunto blanco. Habían abierto temprano la lata alemana, como mandan los cánones, pero el Bayern no se escondía y buscaba la meta de Casillas. Robben, Gómez y Ribery han tenido varias ocasiones de subir las tablas al marcador, especialmente una del ex madridista que parecía incomprensible que la pudiera errar.

El partido era de ida y vuelta, el juego del Madrid no conoce la pausa, el medio del campo no existía, y CR7 aprovechaba una buena combinación de Ozil y Benzema junto a una indecisión en la zaga para plantarse ante Neuer y subir el segundo al marcador. Mourinho pedía calma, pero lo cierto es que la defensa de los alemanes parecía un flan. 

Las delanteras se imponían a las defensas y el Bayern, especialmente por el lado de Marcelo lo tenía demasiado fácil, hasta que Pepe comete un claro penalti cuando Gómez se disponía a tirarse de plancha para batir a Casillas. El colegiado lo veía, señalaba el máximo castigo, pero le perdonaba la expulsión. Robben no fallaba y subía el gol al marcador. Se reproducía el mismo resultado que en Múnich, pese a que Casillas se tiraba bien y tocaba ligeramente el balón. Era el cuarto gol de Robben en Champions.
Después la tuvo Benzemá, una nueva de Gómez y con este resultado se llegaba al descanso, justo el mismo marcador con el que se iba al descanso el Barça ante el Chelsea.

En los segundos 45 minutos el Bayern estuvo mejor. Dispuso de más control del juego y dominó más la situación. Ambos equipos tuvieron ocasiones, Benzemá para el Madrid y, sobre todo, Mario Gómez para el Bayern. El hombre de Heynckes sólo tenía que empujar la pelota, pero se líaba y fallaba.
El Madrid se diluía, les pesaban las piernas y no podía con el Bayern, a quien en algunos momentos se le vio demasiado contemplativo. El Madrid esperaba en su campo y lo confiaba todo a la pareja atacante Benzemá y Cristiano Ronaldo, pero esta noche tenían la pólvora mojada.
A medida que pasaban los minutos se veía complicado que el resultado pudiera variar e incluso en la prórroga, ya que el juego era demasiado especulativo. Nadie arriesgaba, nadie quería perder un balón y exponerse a una jugada de peligro en su arco. El cansancio era muy notorio en ambos lados, más en el Madrid, que venía del partido del Barça, y que se evidenciaba en el trote de Xabi Alonso u Özil.
Y de esta forma se llegaba a los penaltis, donde se daba la circunstancia que el Madrid fallaba más de la cuenta (Cristiano Ronaldo, Kaká y Sergio Ramos), y donde Casillas mantenía las esperanzas de los suyos al detener dos lanzamientos. Dicen que mal acaba lo que mal empieza y CR7 comenzaba la tanda del Madrid errando -era el primero que fallaba tras 17 seguidos marcando-. Kaka -que cuando ha salido no ha aportado nada- fallaba el suyo en una ejecución calcada a la de su compañero, mientras que Alaba y Gómez no erraban. 
El Bernabéu no daba crédito a lo que sucedía, y una puerta a la esperanza se le abría con las paradas de 'San Casillas' a disparos de Kross y Lahm. En este momento todas las miradas estaban puestas en Sergio Ramos, pero el sevillano lanzaba su golpeo a las nubes, ante la desesperación de Ramos, del resto de sus compañeros, del madridismo. A Ramos le pudieron los nervios. Todo lo contrario que a Schweinsteiger que superaba al portero de Ávila y lleva al Bayern a disputar la final de Champions en su estadio, en el Allianz Arena el próximo 19 de mayo.
Qué curioso es el fútbol, cuando muchas eran las voces que daban por hecha una final de Champions Barça-Madrid, resulta que ésta se la van a jugar el Chelsea y el Bayern. Fútbol es fútbol y la décima tendrá que esperar, por décima vez, una temporada más.


Bayern de Munich y Chelsea van por la Gloria


Los clubes Chelsea FC  y el Bayern de Múnich clasificaron a la final de la Champions League, tras tumbarse a dos grandes de España como el Barcelona FC y el Real Madrid, quienes eran los favoritos para la prensa  de ese país como de muchos países del mundo.

No es sorprendente que el Barcelona llegue a su tope máximo, luego  de 4 años logrando la mayor cantidad de trofeos y premios a nivel mundial, puesto a que la gloria llego de una manera eficaz, rápida e histórica, pero hay que  recalcar que el futbol es un deporte que esta en constante evolución  como la medicina, van descubriendo nuevas enfermedades, van encontrando distintos  remedios y formas de calmar y curar ese síntoma, así es el futbol y eso es lo bonito de este deporte que es  el mas visto por millones de personas por  lo impredecible que puede ser el resultado. Y eso es lo que los ingleses y alemanes han encontrado, siendo el turno de los españoles por llorar y sufrir esa  agónica eliminación por semifinales.

En el encuentro entre Barcelona y Chelsea, el equipo  ingles ‘ Chelsea ‘  fue un equipo muy inteligente tácticamente, puesto que la única manera que había para poder ganarle al Barcelona era  darle a los catalanes la pelota y que ellos sean los actores principales, mientras que ellos solo  trataron de cuidar el cero en su propio arco y tratar de contra atacar las únicas jugadas que podían tener en el partido y así lo hizo, como hace dos años ‘Mou’ con el Inter logro la hazaña en el Camp Nou, aquella vez cayó 2-1, pero avanzo porque el gol de visita vale doble y porque antes en el Giuseppe Meazza los  italianos vencieron por 3-1. Esta vez, fue mas apretado, con la diferencia que el Chelsea no podía salir a jugar y proponer como un equipo  de premier league, ya que  podía ser perjudicial para sus aspiraciones y salió a jugar  pero al contragolpe tanto en el Stanford Bridge como en el Camp Nou, donde en ambos partidos solo tuvo  unas  tres ocasiones de gol  y una eficacia al cien por ciento que de una u otra manera  se hizo justicia jugando a pesar de las ausencias de jugadores como David Luiz,la expulsión de Terry, Drogba quien jugó pero no al tope de su nivel porque estaba lesionado, la lesión de Cahill a los 5 minutos ante el Barcelona , fueron  algunos de los problemas que ha tenido el técnico Roberto Di Mateo para afrontar a un Barcelona que venia enfurecido y nervioso porque no habían perdido dos partidos en una semana a lo largo de la ultima década. Y así fue, los azulgranas cayeron en su  única ley, aunque tuvieron chances de gol hasta de un penal que para mi modo de ver no fue y se hizo justicia divina.

 Ahora los rivales saben como juega el  ‘Pep’ y el Barcelona, deberán buscar un plan B que actualmente no lo tienen para volver  a ganar grandes cosas , aunque para la historia ya hicieron un record que no será olvidado pero que tendrán que pasar muchos años más para que vuelva a surgir una gran campaña como la de los catalanes. En tanto, la culpa no es de Messi el fallar un penal ni de Guardiola, pienso que ellos jugaron tan bien como siempre lo hacen  en la liga, lo  que les falto fue calmar su nerviosismo, cambiar de plan y  de jugadores. Por otro lado, el Chelsea jugo un partido perfecto e inolvidable para sus hinchas, defendió bien ajustando con candado atrás a pesar que le hacen dos goles a Cech, pero que siempre se  mantuvo como un equipo compacto y  con humildad sin mucho énfasis por parte de la prensa inglesa  hicieron que pase a la fase final con mucha lucha y esfuerzo.

Sin embargo, no solo el Barcelona se quedaría afuera sino su rival de toda la vida como el Real Madrid  se quedaría un año mas sin una final de Champions league, un equipo nuevo  con figuras que llegaban como los salvadores del equipo merengue  y con un estratega que venia de ser campeón  de la champions league como  Mourinho, habían creado un nuevo ambiente futbolístico y a nivel de la prensa española, ya que los daban tanto al Real Madrid como al Barcelona en la final antes de jugar los octavos de final, pero solo fue un sueño, los madrilistas con su egocentrismo y su triunfalismo antes de jugar esta semifinal, ya se daban como clasificados antes de jugar ante el Bayern de Munich, su bestia negra, que en los últimos tiempos le ha malogrado el sueño e ilusión de jugar una final, y así fue, el Bayern de Múnich fue un equipo superior pero que dentro de los noventa minutos no lo demostró con goles sino con juego, a pesar de que el partido termino 2-1 a favor de los madrilistas.

 Al inicio los alemanes estaban dormidos  y dos goles en menos de quince minutos era un balde de agua fría para ellos, Mourinho hizo creer en  que se podía ganar al Bayern de Múnich y podía dirigir su tercera final  de este evento deportivo, pero cerca del final de la primera parte una falta en el área en contra de Mario Gómez y que Robben lo pateo desde los doce pasos y la convirtió en gol, le dio vuelta a la realidad y así termino los noventa minutos a pesar que los germanos podían liquidarlo dentro de los noventa minutos pero no les alcanzo tiempo y piernas, en el alargue poco o nada se hicieron y prefirieron la ronda de los penales, donde la frialdad, el trabajo en equipo, el esfuerzo no solo físico sino mental dio un plus a los de Múnich para ganará  un equipo Madrilista muy  confundido. En otras palabras, se hizo justicia la superioridad de los germanos en la tanda de penales que los locales, siendo la figura el portero ‘Nueuer’ al atajar 3 penales. Ahora, ingleses (Chelsea) como alemanes (Bayern Múnich)  se verán las caras el 19 de mayo en el Allianz Arena.