Rooney posiblemente vuelva ante el Liverpool (Foto: Sports.es) |
Los
´Diablos Rojos´ alinearon con el joven arquero español De Gea (estrenaba corte
de cabello); en el fondo una línea de cuatro: Rafael, Carrick, Vidic, Evra. Al
medio cinco jugadores: Valencia, Cleverley, Anderson, Kagawa y Young. En la
delantera la nueva contratación, Robin Van Persie. En la banca quedaban Wayne
Rooney y Ryan Giggs. En la tribuna, como invitado especial, Usain Bolt.
A
los dos minutos de iniciarse el partido, el Manchester United cometió el primer
error. Una desatención en la defensa, luego de un cobro desde fuera del área
por parte del costarricense Bryan Ruiz, permitió que el irlandés Damien Duff
embriague a la hinchada visitante con el primer gol. Lo imposible había
sucedido. El equipo más adinerado del mundo caía de visita ante un veterano de
la Premier League.
Luego
llegaría la oportunidad de la reciente contratación. Robin Van Persie recibe un
centro de Evra y, tras un bote previo del balón, logra conectar el esférico con
su botín izquierdo. El arte de la anticipación. La flamante nueva camiseta N°20
marca el empate a los diez minutos. Un gol de aproximadamente 38 millones de
dólares.
Manchester
United se convierte con este tanto en el primer equipo en la Liga Premier en
marcar en 50 partidos consecutivos. Han transcurrido 31 minutos del encuentro y
el balón es del local. La posesión es a favor de los “Diablos Rojos”. 67%
contra 33%.
A
los 35 minutos el sueño de otra nueva contratación se ve materializado. El
japonés, Kagawa, marcada el segundo gol. Rebote del arquero Schwarzer e impacto
de Shinji con el botín derecho. El beso del balón y la red activa la alegría.
Dos a uno. Sir Alex Ferguson pocas veces se equivoca.
Seis
minutos después, el brasileño Rafael Da Silva (medalla de plata en los Juegos
Olímpicos de Londres 2012), marca el tercer gol. Centro desde la izquierda de
Ashley Young y el cabezazo, desde la última línea, del lateral derecho. Remontada
antes de terminar el primer acto. El público está feliz.
Luego
vendría el autogol de Vidic para poner el encuentro 3-2. Por cierto, gran
actuación del arquero del Manchester United David De Gea. El portero español,
contradiciendo el dilema de Sansón, se cortó el cabello y ahora ataja más
seguro.
En
los últimos minutos, como si se tratase de un rito religioso, el ingresado
Wayne Rooney pagó el tributo del triunfo. Un corte en su muslo derecho propició
una herida de 6 cm de profundidad. La sangre tocó el césped de Old Trafford. En
“El Teatro de los sueños”, los aplausos se ganan con sangre.
Aldo Cadillo
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