viernes, 13 de enero de 2012

Jugando con los libros

La literatura no es ajena a los deportes. Muchos escritores, periodistas y deportistas han realizado libros, los cuales siempre han intentado describir alguna situación que no es clara en el público. En otros casos se pretende exponer la vida de algún deportista.

Para explicar algunas circunstancias que la audiencia sospecha, se escribió libros como “Fuimos Campeones” de Ricardo Gotta. En el cual se habla de la taimada campaña de la selección Argentina en el mundial de 1978 realizado en ese mismo país. Otro compendio similar es “Citius, altius, fortius” que en español significa: más rápido, más alto y más fuerte. El libro es de Federico Corriente y Jorge Montero. Donde se explica la oscura historia de los deportes a lo largo de los años.

Otro género es la biografía, fue usada en muchos deportistas. En algunos casos se escribió de manera personal, como en el caso del ejemplar “Yo soy el Diego” que fue escrito por el propio argentino. Por otro lado, escritores y periodistas narraron la vida de un futbolista, como “Messi” que fue redactada por Leonardo Faccio.

Personas ligadas al deporte, como entrenadores también han lanzado obras. “Hagan Juego” de Ángel Cappa es un estilo distinto. En este libro se pueden encontrar conversaciones con Juan Román Riquelme, Alfredo Di Stéfano, Johan Cruyff y hasta Fernando Redondo. Actualmente hay un compendio que ha dado mucho que hablar. “Mourinho versus Guardiola” relatado por Juan Cralos Cubeiro y Leonor Gallardo, en donde se detalla los dos estilos que ejercen estos dos técnicos de fútbol.

Algunos personajes conocidos en nuestro país por su incursión en los deportes también han sacado libros. Es el caso de Daniel Peredo con su ejemplar “Los 500 datos más caletas de los mundiales”, Emilio Lafferranderie “El Veco” con “Fútbol es pasión” el cual es un compendio de sus mejores relatos en el deporte. Phillip Butters y su libro “Muerte Súbita” que es un relato novelado sobre los triunfos y fracasos promesas del fútbol peruano.

Por: Leonardo Alfaro Altamirano

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