miércoles, 24 de octubre de 2012

Tropiezo mortal

Luego de la última doble fecha de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Brasil 2014; Perú se quedó con un punto que no sirve para sumar en la búsqueda de la clasificación. Pero sí para darnos cuenta de algo: el cambio de hoy, podrá ser el resultado del futuro. 



La selección peruana quiso correr en Asunción; pero olvidó que aún no sabe caminar. Confirmación: nuestro fútbol está en pañales. La fecha doble resultó ser una ruleta rusa. Máxima emoción y entusiasmo luego del empate contra Bolivia en La Paz (hace 16 años no ocurría esto). Luego, la derrota contra Paraguay terminó por ratificar lo que se venía suponiendo: la posibilidad de clasificar al mundial se aleja.

Decir que Vargas dejó la marca en el gol de Paraguay ya es conocido. Qué no tenemos contención cuando juegan Pizarro, Vargas, Farfán y Guerrero ya es algo repetitivo. Mencionar que Fernández no tapa en su club no es novedad. Las respuestas del pésimo momento de la selección se explican de dos formas: organizacional y social.

La estructura del balompié nacional trata de rodar. Hoy no tiene rumbo alguno, ni destino claro, ni sendero definido. Hace 30 años no vamos al mundial y pasarán más si no se cambia la organización. Una restructuración con carácter de urgencia que tomaría mínimos tres periodos dirigenciales. El cambio puede empezar hoy.

El otro punto resaltante y determinante son los factores sociales. Los medios deportivos crean este tipo de ambiente: irreal positivista. Para ir al mundial tenemos que caernos (ya lo hemos hecho demasiado) y, a partir de eso, empezar a buscar soluciones. Paso a paso se logra un gran desarrollo del deporte. Markarián no es Harry Potter y la selección peruana no es una cuna de talentos. Aprendamos a caminar primero y soñemos con las clasificatorias después.

Aldo Cadillo

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