Las dos caras de Perú

Ante Paraguay, Farfán no pudo destacar como en anteriores juegos.

Julio Vizcarra

“Faltó actitud en algunos jugadores y no voy a dar nombres. Nos ganaron metiendo y eso es preocupante. Más motivación que la de hoy, en la que teníamos la oportunidad de ubicarnos en un lugar expectante, no puede haber. Jugamos mal. La actitud fue la que marcó la diferencia. Pudimos sumar tres puntos ante un rival que no es de otros años, pero no estuvimos a la altura”. Con estas palabras, Sergio Markarián expresó su decepción tras el encuentro frente a Paraguay.

En aquella conferencia de prensa, actitud se convirtió en un término recurrente del entrenador uruguayo, quien la empleó para justificar de cierta manera la caída, para muchos sorpresiva de la selección peruana. Sin embargo, ¿solo faltó actitud en el equipo nacional? 

Mariño celebra su gol.

En la última jornada doble de las Eliminatorias Brasil 2014 se pudo observar dos versiones muy distintas y marcados de Perú. La primera frente a Bolivia, en la que el grupo formado especialmente para disputar este cotejo en los 3650 msnm de La Paz, dejó una grata sensación no reflejada en el empate a un gol. Un marcador bastante corto para un equipo que generó las mejores ocasiones de gol pero que no supo concretarlas. Pero, a pesar de la paridad, un buen resultado desvirtuado por el presente de la bicolor, el aspecto más resaltante y destacable fue la entrega de cada uno de los futbolistas que pisaron el césped del estadio Hernando Siles. Once guerreros anónimos, que aprovecharon la oportunidad conseguir un nombre propio y sumar nuevas convocatorias. Un acierto sin duda del cuerpo técnico nacional, que apostó por este plan (incluidos días de aclimatación en el Cusco) sin pensar en el fracaso y las posibles críticas. Además, el rendimiento y esfuerzo mostrados por los futbolistas en ese primer juego, aumentaron las esperanzas del sufrido hincha peruano.

Cuatro días más tarde, la historia daría un giro de 380º. La selección con todos sus titulares habituales, cayó derrotado sin atenuantes ante Paraguay, en Asunción por 1-0. Algo impensado en la previa, debido a que este grupo de elementos no habían participado del duelo ante Bolivia, ni sufrido desgaste alguno por algún viaje. Circunstancia sí vivida por los guaraníes, quienes perdieron frente a Colombia la fecha anterior en Barranquilla, acumulando cansancio por la intensidad del encuentro, el viaje, el calor de la ciudad y desmotivación por el último lugar de la tabla. Sin embargo, llegada la hora del partido en el Defensores del Chaco, parecía, por las acciones de juego, que el conjunto peruano había disputado 90 minutos en el país cafetero. Un equipo sin actitud, con jugadores muy por debajo de su nivel -caso Paolo Guerrero o Jefferson Farfán- con otros ratificando su mal momento deportivo (Juan Manuel Vargas y Raúl Fernández) y con muy pocos dando todo de sí mismos, Carlos Zambrano. El nuevo golpe, más allá de mantener o no opciones reales para clasificar al próximo mundial, demuestra una vez más que el combinado peruano sufre de miedo escénico, le cuesta ser protagonista y que no sabe manejar la presión. Asimismo, deja en claro que no existe el nivel suficiente para alcanzar un cupo para Brasil 2014 y que cada vez se acentúa más el desgobierno de Markarián en la Videna, al seguir insistiendo en futbolistas que solo restan en la selección.         

Bolivia 1-1 Perú

Paraguay 1-0 Perú