Ni el peruano más pesimista hubiese podido augurar un panorama tan desalentador en la previa de la Copa América Argentina 2011. A escasos días del debut ante Uruguay el equipo de Sergio Markarián suma un total de cinco deserciones por lesión.
La primera alerta la dio el loco Vargas, un desgarro sufrido en los entrenamientos en la Videna lo bajaba del avión a Mendoza. El semblante del “Mago” y las reacciones del resto de sus compañeros parecían no presagiar lo que luego se iba a consumar: una sala de emergencias instalada en el seno de la selección.
Si bien esta no fue su mejor temporada en Europa, para Claudio Pizarro la misma le significó destronar a Giovane Elber del lugar que ocupaba como el mayor goleador foráneo de la Bundesliga. Esta Copa América iba significar su regreso a la blanquirroja tras tres años de ausencia luego del caso Golf Los Incas. Sin embargo la causalidad lo iba a frenar en seco: un esguince con rotura parcial de ligamento en su rodilla derecha esfumó su participación en la cita gaucha.
“Los ligamentos son estabilizadores de la rodilla, hay que esperar que cicatrice para que esté totalmente recuperado”, acoto Julio Segura dejando en claro que el Bombardero de los Andes quedaba marginado de la cita sudamericana.
Cuando parecía haber pasado la tormenta una nueva lesión le quitó el aliento a toda una nación entera. Otro pilar de la selección acudía a la bendita resonancia. El tercer caído era Jefferson Farfán. Como sucedió con Pizarro, el hombre del Schalke 04 alemán se lesionó en un partido ante un combinado juvenil del Sporting Cristal.
“El delantero sintió un tirón en el muslo izquierdo y tras los exámenes se confirmó que es un desgarro fibrilar en el bicep femoral. No hay manera de que llegue a la Copa porque en una lesión como esta la recuperación es de aproximadamente 3 semanas”, finalizó Segura. Farfán también quedaba marginado de la Copa. A esto se sumaría la baja de Rabanal. En Videna se requería un curandero con carácter de urgencia.
El corolario a tanta deserción fue el saldo de la despedida ante Senegal en Matute. Los africanos le atizaron soberanas patadas a los peruanos, resultando lesionados Carlos Zambrano y Luis “Cachito” Ramírez. Solo la providencia quiso que la última entrada a Paolo Guerrero no lo prive de la cita sudamericana. Al final del túnel hubo una buena para los nacionales: Vargas estaría apto para disputar el segundo tope ante México, y finalmente fue incluido en la lista de 23 viajeros.
Hasta la fecha la mayor certeza es que el infortunio y el maleficio más atroz se han confabulado en contra del equipo de Markarián. Dónde quedaron los trabajos con cargas diferenciadas gracias al aporte de los GPS. El llamado entrenamiento invisible está siendo abordado por los futbolistas? Solo Markarián y los jugadores lo saben. Mientras tanto en Montevideo, Santiago y el DF se relamen, Perú llegará diezmado a la Copa América. Con la magia no alcanza.
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